Cinco nuevas formas de pensar que serán claves en 2018

La primera es empezar a “movernos en círculo”, ya que, con el ritmo de crecimiento actual, la población mundial llegará a alcanzar los 9.400 millones de habitantes sobre el planeta en el año 2050. Esto lógicamente implicará prosperidad y, por consiguiente, mayor gasto en el consumo, que traerá consigo un incremento de las emisiones contaminantes y una demanda de agua que no se podrá cubrir.

Afortunadamente, existe un modelo económico viable y opuesto al ciclo “fabricar, utilizar, desechar”, al que estamos hoy enganchados que es la Economía Circular, en la que las empresas transforman sus operaciones y modelos de negocio hacia una visión más eficiente, con menos consumo de energía y basado en una mayor reutilización de los recursos en un entorno en el que las materias primas son cada vez más escasas.

La segunda nueva forma de pensar se centra en ofrecer experiencias a los consumidores en lugar de productos y servicios. En los próximos años la Generación Z llegará al mercado laboral y habitarán unas ciudades cada vez más caras. Todo ello transformará nuestra forma de comprar, pero también las cosas que compramos, con una apuesta centrada en la personalización y la impresión 3D para la fabricación de productos a medida.

En tercer lugar, deberemos pasar de la ciberseguridad a la ciberresiliencia. Nuestros dispositivos serán mil millones de veces más potentes dentro de una década de lo que lo son ahora. La inteligencia artificial nos introducirá en la era de la “omni-inteligencia”, con flujos de datos constantes que abarquen todos los aspectos de nuestra vida. Todo estará conectado bajo el dominio de las plataformas digitales y la constante amenaza de la ciberdelincuencia. Debemos reinventar nuestro enfoque de seguridad, pasando de la protección a la resiliencia. Hablaremos de dispositivos se “curan” a sí mismos y que no sólo son capaces de detectar una fuga de seguridad, sino de ponerle remedio antes de que se convierta en un problema.

 Como cuarta nueva forma de pensar, debemos destacar la necesidad de preparar y formar a los ciudadanos para el mañana y no para el presente. La rápida innovación que estamos viviendo, transforma casi cada día la manera en la que las personas trabajan, provocando la aparición de nuevos empleos y desplazando otros.

 Para terminar, el quinto y último consejo: tire el libro de instrucciones y anticípese al futuro. Debemos plantearnos cómo las tecnologías emergentes, desde la inteligencia artificial al Internet de las Cosas, pueden ayudarnos a reinventar el modo en el que hacemos las cosas. La impresión 3D es un buen ejemplo de una tecnología que transforma por completo los modelos de producción tradicionales. Da la vuelta al concepto que conocemos de diseño, producción y distribución de bienes. Las empresas pueden pasar del prototipo al producto final en menos de una semana. En definitiva, es vital que mantengamos la mente abierta, ante esta y otras muchas tecnologías que surgirán, y cambiemos nuestra forma de pensar para adaptarnos a la nueva era.

By: Infopack

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