El envase del futuro está hecho de materiales renovables: inagotables y de origen vegetal

Fuente: EL ESPAÑOL

 

 

En 2050 habrá 2.000 millones más de bocas que alimentar. Se estima que se necesitará para ello un 70% más de comida de la que se produce hoy en día, lo que generará, por nuestros hábitos y formas de consumo, muchos más envases. Su uso es ineludible para la distribución de los alimentos de forma segura y a gran escala, pero el envasado no debe estar reñido con la sostenibilidad.

Los envases del futuro deberían maximizar el uso de materiales renovables, hay que reconsiderar el modo de envasar los alimentos y aumentar el reciclaje es una prioridad para reducir el impacto medioambiental de los envases.

Cuando se piensa en cómo reducir el impacto medioambiental de la industria alimentaria, que genera el 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, existen dos grandes estrategias. Una es el reciclaje, pues se estima que el 32% del plástico de los envases no llega a los sistemas de recogida, aunque no podemos depender únicamente de esta solución para que la distribución de alimentos sea sostenible.

 

Así, la fabricación de los envases con alternativas al plástico de origen fósil y materiales vegetales es el primer acto de sostenibilidad al que puede hacer frente la industria. De hecho, en los últimos años se ha visto cómo gran parte del plástico de los envases comenzaba a ser sustituido por alternativas basadas en materiales renovables.

 

Hoy en día, 8 de cada 10 hogares españoles afirman separar sus residuos y cuenta con un cubo de basura específico para los envases. En 2021 se reciclaron casi 1,6 toneladas de envases domésticos (plástico, papel y cartón, los que más), una cifra que se supera cada año.

 

Continuar con esta tendencia positiva en cuanto al reciclaje es una prioridad para reducir el impacto medioambiental de los envases y parece que los consumidores están cada vez más concienciados con esta práctica, pues también “buscan envases reciclables, mejores para el clima y con un bajo impacto en el medioambiente”. La creciente demanda de envases más sostenibles también ha llevado a dar mayor importancia al “uso de materiales renovables, que reducen la huella de carbono de los envases”, y a desarrollar nuevos envases que sean más fáciles de reciclar a nivel industrial, o incluso que contengan materiales reciclados entre sus componentes. Todo ello priorizando la seguridad alimentaria, para que el acceso y distribución de los alimentos a gran escala sea compatible con la sostenibilidad.

 

 

 

 

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