De hecho, el envase es en realidad el único elemento de marketing que se “cuela” en nuestras casas y está presente en el 100% de los casos.
Un mal diseño puede ejercer una percepción negativa en el consumidor e, incluso, cuando se llevan a cabo rediseños de envases, en el 90% de los casos no se consigue incrementos de ventas significativos, es decir, lograr el impulso perseguido.
Para evitar estos perjuicios y beneficiarse de un buen packaging, se apuntan tres claves: monitorizar el lineal, preguntar a los consumidores y tener en cuenta las tres grandes premisas que tiene que cumplir todo envase: destacar, convertir a venta y transmitir la imagen de marca fielmente.
Y todo ello sin olvidar la ejecución en tienda. Y es que el punto de venta es cada vez más importante, teniendo en cuenta que los lineales están cada vez más aglomerados y hay menos sitio para los productos y es más difícil hacerse notar.
Según Ana Barrio, directora de Innovación de Nielsen, “hay productos que han llegado a vender millones con un gasto cero en publicidad y la mitad de presencia en tienda que otros productos competidores, gracias precisamente a un diseño atractivo y atinado. Para atinar conviene trabajar en distintas líneas creativas, salir del área de confort y no tener miedo a diseños rompedores o disruptivos e incorporar al propio consumidor al proceso y que transmita sus impresiones. De hecho, hay que promover la creatividad en las agencias, evitando que los clientes descarten líneas de actuación más atrevidas perdiendo así oportunidades de oro”.
By: Alimarket