¿Qué puedo cambiar? No es lo mismo el rediseño de una marca líder que el de una con poca participación en el mercado. Al igual que el procedimiento de un médico frente a un paciente, el primer paso es hacer un diagnóstico del estado de salud de la marca y de su actual diseño. ¿Qué es lo que valoran sus consumidores? ¿Con qué se sienten identificados y con qué no? Analizar y evaluar su patrimonio visual (equities) y qué es lo que la hace relevante para sus consumidores. Puede ser la forma 3D del envase, proporción, material, el color, la diagramación, un signo reconocible y propio. En fin, lo que sea distintivo para la marca o para el producto.
¿Evolución o revolución?
En general la evolución es recomendada para las marcas que están muy bien establecidas en el mercado y no pueden correr el riesgo de ser confundidas, o peor aún, de no ser reconocidas ni por sus propios consumidores.
La revolución es generalmente un camino altamente efectivo para revitalizar marcas con poca participación en el mercado o que no llaman la atención ni se destacan. Mediante un diseño nuevo e innovador, una marca debilitada tiene mayor libertad y posibilidades de cambiar, fortalecerse y diferenciarse para atraer nuevos consumidores.
Un rediseño no sólo pude hacer que el producto luzca más atractivo, sino que puede hasta reposicionar el producto aumentando su percepción de calidad y la confianza del consumidor hacia la marca. También puede optimizar procesos productivos y ahorrar costos.
By: Tridimage